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DEMO de la pieza ESCUCHA FERMENTATIVA

Escucha fermentativa
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Una escucha fermentativa no es una escucha inofensiva, no es una escucha necesariamente amable, no es una escucha reconciliadora ni necesariamente pacífica. Lo mínimo no es necesariamente sinónimo de lo sutil, lo sutil no es necesariamente inofensivo. Escuchar con las manos, escuchar con el pecho, escuchar con la espalda y con la piel, percibir la vibración y escuchar en ella. Ampliar la escucha hacia los espectros de sonidos que exceden la capacidad auditiva con la que funcionamos en el cotidiano es acceder a ampliar posibilidades desconocidas que no por mínimas son menos emancipadoras. 

 

El proyecto Escucha Fermentativa con Kombucha y Kéfir de agua, es parte la línea de investigación que viene haciendo María Landeta junto a Ximena Sanchez en torno a la amplificación de los sonidos de los procesos fermentativos como una práctica material de escucha fermentativa o escucha fermentadora. El primer proceso de investigación fue en el marco del proyecto SER - VIDAS el año 2018 en el que investigaron cómo acceder al sonido y a la sonoridad que se produce en el encuentro-con, los fermentos. 

En esta oportunidad, la investigación se retoma a partir de una invitación del Museo del Hongo y se concentró en las preguntas ¿Qué disposiciones corporales y afectivas pueden habilitar una escucha fermentativa?

¿Qué pensamientos corpóreos nos vienen, al acceder a otros umbrales de escucha?

 

Nos concentramos en la creación de un track en el que compusimos con sonidos y vibraciones producidas por los fermentos, que exceden el espectro auditivo del oído humano con el propósito de acceder a otro modo de escucha.

 

Metodológicamente registramos sonidos reales de la Kombucha, el Kéfir de agua utilizando distintos tipos de microfonía y pruebas de registros para acceder a ellxs. 

 

La etapa de recolección de los sonidos contempló la realización de pruebas de grabación duracionales (de 12 a 24 horas) para acceder a los sonidos que van ocurriendo durante el proceso de fermentación,  pruebas cortas de sonidos puntuales de la efervescencia de  los fermentos que registramos con diversos sistemas de microfonía.

  1. Utilizamos micrófono condensador y dinámico para registrar el sonido desde el aire (aeróbico). 

  2. Construimos un hidrófono artesanal, sumergible con el objetivo de escuchar los movimientos y ondas sonoras que se producen bajo el agua, en este caso dentro de los recipientes de fermentación (anaeróbicos).

  3. Utilizamos micrófonos de piezos eléctricos que también sumergimos para obtener diversas cualidades sonoras, dependiendo del dispositivo de captación del sonido (anaeróbicos).

 

Los parámetros aeróbico y anaeróbico son aquí, los modos que organizan metodológicamente el proceso de registro y recolección de material sonoro vibratorio, con los que trabajamos en la realización de la pista sonora que pone en valor tanto la vibración de los sonidos como la audición de la vibración.  

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